Los colaboradores locales de Puertas Abiertas conocieron a Mina Thapa*, de Nepal, una madre que conoció a Cristo a través de un compañero de trabajo. Al hacerlo se bautizó, lo que supuso una fuerte oposición por parte de su marido; pero Dios no la abandonó.
Por miedo, Mina dejó de lado a Cristo durante muchos años. Más tarde se arrepintió y volvió de nuevo a Jesús. Pero se encontró con un odio aún mayor por parte de su marido y de su hija. Le dijeron: «Desearíamos que estuvieras muerta o que nos dejaras y no volvieras a casa».
Sin embargo, nada pudo separar a Mina de su fe, y Dios siguió dándole más fuerza. Finalmente, su marido la dejó y se casó con otra mujer.
A pesar de todo, ella dice: «Estoy agradecida a Dios por no haberme abandonado. Le rechacé durante muchos años, pero nunca me abandonó. Me aceptó cuando volví a él y siempre me ha consolado. Ahora, nunca le negaré».
Los colaboradores de Puertas Abiertas pudieron reunirse con ella y pasar tiempo en oración. Van a seguir en contacto con ella. Mina dice: «Estoy agradecida por su apoyo en oración y el ministerio de asistencia. Me siento fortalecida en mi fe».
*Nombre cambiado por razones de seguridad